Siguiendo con el artículo donde os dábamos a conocer las
técnicas utilizadas por l@s chic@s de A Chordiga para controlar la flora
arvense de su huerta, en esta ocasión es turno para Ramón Aljibe, otro
compañero de la cooperativa que cultiva una huerta en la localidad de Bierge,
en pleno parque de Guara.
Si en alguna ocasión os habéis acercado por el mercado
agroecológico de Zaragoza y nos habéis comprado un manojo de espinacas,
rabanitos, tomates de infinidad de formas y colores, judías verdes o secas… es
muy probable que hayan sido cultivadas por las expertas manos de este joven horticultor.
Y si no las habéis probado, ¿a qué estáis esperando?
Ramón, para desherbar en su huerta, habitualmente hace uso
de la bici-azada, un curioso aparato con una cuchilla en su parte inferior la
cual es la encargada de arrancar o cortar las plantulitas que aparecen junto al
cultivo. Porque él sabe que el momento óptimo para arrancarlas y evitar que
compitan con la verdura es cuando están en sus primeros estadíos, es decir, con
apenas 2 o 3 hojas. El resultado, en las imágenes podéis verlo, un huerto donde
las verduras y hortalizas crecen vigorosamente y sin competidores.
Las cebollas son un cultivo algo más delicado porque, puesto
que hacen poca masa foliar, nunca llegan a cubrir y sombrear el suelo y por
tanto, no son unas buenas competidoras con la flora arvense. Es por ello que
hace uso de malla anti-hierba previamente perforada, de este modo no hay
necesidad de desherbar salvo en ocasiones puntuales, la propia malla calienta
el suelo favoreciendo el crecimiento de las plantas, y lo mejor de todo, una
vez cosechadas las cebollas, la malla puede ser reutilizada.
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